Monday, December 11, 2006

Primer Poema

TABLAS

“La vida es como el ajedrez: en ella es tan malo ser excesivamente ambicioso
como extremadamente cauto. El ambicioso suele perderlo todo,
mientras que el cauto generalmente no obtiene nada”.
R.G.


Del Peón:

Blandos y caníbales obreros
que en sangre azul pretenden mutar.
Gran plebe de pasos tardos
y noble pecho de su Majestad.

Del Caballo:

E independientes caballeros,
en indómitos corceles mordaces
extorsionando siempre al más fuerte
perfilando vuestra coz subliminal.

Del Alfil:

Amurallados obispos oblicuos,
apuntan sin mas fe que la victoria;
no otorgan el perdón ni la expiación,
sólo blanden su certera espada diagonal.

De la Torre:

De cada esquina del mundo cuadrado,
surgen con sus altivas almenas
y se abren paso retumbando
supremas catapultas a esta guerra.

De la Dama:

La que golpea hacia todos los vientos,
y bien temida es por sus adversarios...
sólo la furia de sus latigazos
supera la belleza de sus pasos.




I
Figuras de un mundo desgraciado,
que nunca supo de paces y armonías.
Cuántos arpegios gastados ya,
suenan las trompetas por cada sinfonía.

II
Y las hordas que se funden
en un grisáceo inconfundible,
mutilándose a causa incierta
por un cuartel hace tiempo olvidado.

III
Golpe a golpe,
se disputan la estrategia
de la beligerancia suprema,
para ser el mas fuerte...

¡ Y detentar la ansiada Gloria !

IV
¡ Oh trebejos codiciosos !
que de escaque en escaque vais,
buscando el honor en batalla...
y a un enemigo poder tumbar.


V
¿ No veis a vuestro señor derruido ?
vomitando su ancianidad,
por un enroque ya en ruinas
y amenazas a su ciudad...

VI
Pero espada o coz,
catapulta o latigazo...
de tan encarnizado desmán
el terreno ha quedado vacío.

VII
No fue el color su enemigo,
sino su propia vanidad...
olvidando los principios
que hasta en guerra se deben respetar.
De los Reyes:

Y cansados de erguir su corona
sumo estandartes saduceos,
se miran ahora con ojos huidizos
desconfiados, por el paraje desolado.

Sabiéndose artífices
de matanzas inmemoriales
por caprichos ancestrales
que en su linaje han debido cargar.

Lánguidos como boca en agonía,
tras errantes caminos andados,
se arrodillan uno ante el otro,
y ambos, únicos en lontananza...

la Paz, ahora, juran conservar.
¡Tablas!.
EGOSÓFICO